viernes, 20 de marzo de 2015

20 de marzo, no alcanzo a durar el año.


08 de marzo: mi regalo del día de la mujer en principio fue un osito muy lindo. Y en realidad mi regalo fue tu mentira mirándome a los ojos, y aunque preguntara diez veces, ¿Saliste anoche, yo no me voy a enojar? Tu respuesta era NO, pero ya habías pedido que nadie dijera que me estabas mintiendo, “PARA LA BELÉN YO ESTOY EN CASA”. Te repetí muchas veces, si me estas mintiendo yo lo sabré algún día y ya no estaré para ti.
Aunque estábamos en proceso de arreglar las cosas, ser sinceros y entregarnos confianza, tú aun así me seguiste mintiendo.
Si pudieras mirarme a los ojos y ver lo dañada que estoy y el dolor que has provocado en mí, te darías cuenta que si esto se terminó, no fue por mi decisión, fue por tus mentiras. No sirve de nada tapar las mentiras, con cariños y palabras bonitas.
No me busques, porque estarás buscándome 3 o 7 días y luego volverás a tu vida normal, no te mientas a ti mismo, si realmente quisieras estar en una relación, tu vida daría un giro. Cuando las personas no cambian para mejor, no hay nada que hacer. Espero que encuentres a alguien que sea más fuerte que yo y que pueda perdonarte indefinidas veces, yo no soy capaz de tanto.
Por favor, por todo el cariño que te tengo, mírate en un espejo, date cuenta lo que eres, eres mentiroso y no puedes dejar de mentir a los demás, analiza tu vida y cambia esas cosas, porque solo harás sufrir a los demás con esta actitud. Si alguna vez cambias, espero que encuentres una pareja estable y que te entregue tanto como yo y más, pero solo si lo mereces, te lo digo con amor, cambia esas cosas, no llegarás muy lejos así, por favor. Pero debes saber que esa persona no seré yo.
Mi vida, mi cuerpo y mi mente, estuvieron en tus manos, te regale todo de mí, para que hicieras lo que quisieras conmigo, porque me entregue a ti con todo mi corazón, sin importar tu pasado ni todas las cosas que hiciste o dijiste mientras estábamos juntos. Pero piensa por favor, que fue lo que hiciste conmigo.
Me has dañado lo suficiente, mi autoestima, mi confianza, mi valor. Todo esto me ha hecho creer que no valgo nada, que no merezco que alguien “que supuestamente me quiere” me diga la verdad.
Si no eres capaz de darte cuenta de todo lo que te dije, por favor no me respondas, no quiero desilusionarme más de ti. Confío en que algún día serás mejor que ahora.
Estoy acabada y sufriendo mucho, pero he superado cosas muy fuertes, y esto me servirá para aprender, de nuevo.

Gracias por todo Sebastián, con los días olvidaré lo malo, y guardaré para mí, lo bueno que pudo llegar a ser. 

martes, 27 de enero de 2015

La rabia que siento por ti en este momento, me hace querer gritar y decir todas los insultos posibles!!
Estoy tratando de encontrar la respuesta a porque seguimos juntos, porque sigo a tu lado. Eres tan poco detallista, nada te importa, solo esta tu maldito ego primero y antes que todo. Tu amor propio es excesivo y enfermizo.
Dicen que es imposible amar a otro si no te amas a ti mismo, pero también es imposible amar a otro si tu amor propio es enfermizo.
No te creo nada, creo que tus palabras son eso, palabras. No van más allá, son sólo "bla bla"
Yo quiero acciones! es que no tomas responsabilidad por nada?
Ni si quiera por tus propias palabras? Es que todo para ti es aire que se esfuma y que queda suspendido. Nada es concreto. Nada ES.
Es que realmente crees que eres capaz de querer? yo creo que no.
Nunca te enamorarás y no sé porque llegue a creer que podía ser de mí, es que ni aunque te traigan a la perfección echa mujer, tu aún así no serás capaz de valorarla. Porque no has valorado nada en tu puta vida.
Que harías si te digo que esto se acaba ahora? Irás y me comprarás otro anillo para que te perdone?
Es que cada error que cometes es una explosión que se acumula con todas las otras y terminarán por destruir todo lo que hemos construido, aunque lo que hemos construido ha sido gracias a mi, a mi perseverancia, a mi esperanza.
Maldita esperanza!!! Ella ha sido el motivo por el cuál estoy a tu lado, agradécele a ella. Porque me ha permitido ser una estúpida todo esto tiempo, haciéndome creer que tu cambiarás y serás el hombre que tu necesitas ser y que yo necesito tener.
Pero me ha engañado, eres un niño. 

domingo, 11 de enero de 2015

Necesito aclarar mis ideas acerca de ti y tu inoportuna e incontrolable entrada en mi vida, nuevamente. 
No eras más que uno entre tantos, no llamabas mi atención ni en lo más mínimo como un compañero.
Eras un hombre al cual deseaba físicamente - demasiado para mí gusto -, deseaba tener tu cuerpo constantemente y deseaba tener tus labios sobre los míos.
Me ha costado trabajo reconocer lo anterior, pero no mentiré, nunca fuiste mi Príncipe Azul o mi Romeo perdido.

Han pasado exactamente 3 meses de pololeo, 9 meses juntos y 4 años desde que te conocí. Wow, bastante que decir de todo lo que ha pasado hasta aquí.
Hoy tengo tu cuerpo y muy a menudo, aunque menos de lo que quisiera. Tengo tus labios sobre los míos bastante seguido y tampoco todo lo que yo quisiera. Pero hoy te tengo a ti, completo, y no solo como hombre, te tengo como mi compañero. 
A veces produces ciertas cosas en mí, que me confunden constantemente y que me hacen creer que puedo odiarte de un momento a otro. Produces en mí una oleada de sentimientos, tanto físicos como emocionales, y la verdad que no tengo idea de por donde empezar.

Reconozco que este ha sido el artículo más difícil de escribir, porque ha sido toda una hazaña ordenar mis ideas. 
Pero al grano. Me confundes porque a veces suelo creer que más allá de la frialdad impuesta por ti en nuestra relación, creo que dentro de ti sientes algo de amor, que realmente estas enamorado y todo tu orgullo y tus experiencias anteriores te impiden reconocer una cosa tan alarmante como esta. En otras ocasiones creo que solo sientes una atracción más de las que has tenido, y que no dejaré de ser una compañera más a tu lista y que cuando menos lo esperes se irá.. o te irás tú. 
Creo que la idea que más me ronda -y debo ser sincera- es esta última. Creer constantemente que realmente tu no amas y no vienes a ser el amor de nadie. Y si es que llegará a ocurrir algo así, será en años y con alguien que este en ese momento en tu vida. Claramente no esperaré años para recibir amor verdadero. 
He llegado a estar tan confundida, que he sentido que soy igual a ti, y que de un momento a otro, siento exactamente lo mismo que tú y te veo como tu me ves a mi.
El problema es que estos pensamientos varían dependiendo del momento, dependiendo de nuestros estados de ánimo, dependiendo del día, que sé yo!.. Todo esto va y viene en mí, se refleja en mis inseguridades, en mis tropiezos, en mis ataques de cariño, y en tantas cosas que hacemos juntos.

A veces quiero suplicarte que por favor me digas de forma clara y sincera lo que sientes por mí, y es que cada vez que lo has intentado quedo flotando como una estúpida, más confundida que antes o simplemente desconforme por lo que acabo de escuchar. 
Me haces sentir varias cosas y quizás es eso lo que me mantiene cerca de ti, y en esos "sentir" también me haces alejarme de ti. Aflora mi ser frío, inquisitivo, distante y tratando de esconderse y escabullirse de tu presencia.

Tu presencia es lo suficientemente abrumadora como para estremecerme cada vez que te veo, y como para caer rendida cada vez que sueltas un beso apasionado. Cuando no estas -por lo menos físicamente- llego a sentir deseos de no tenerte en mi vida, de no haberte conocido, de no estar juntos.
Y es bastante agotador tener todo esto dentro de mí, porque no se con que quedarme.
Es que ambas cosas me llevan a algo positivo. Eso de perderme en tus ojos y en tu cuerpo, querer quererte, sentir para ti... me causa alegría interminable en esos momentos, me vuelve toda ternura, me vuelve tu niña, me hace sentir pequeña y preparada para que me tomes en tus brazos, me hace sentir tuya...
Y eso de desear no haberte conocido.. uff... aún no logro estar segura, pero me hace creer que vuelvo a ser yo, fuerte y segura de mí misma. Con mi autoestima intacta, lista para correr, caerme y volver a ponerme de pie, sin si quiera tambalear.

Y es que lo más confuso de todo, es que quiero ambas sensaciones en mi vida, quiero todo eso junto y sería bastante perfecto. Pero nada es perfecto ¿cierto? ni si quiera lo eres tú cariño.

domingo, 6 de abril de 2014

Cuando me amé de verdad, por Charles Chaplin

chaplinCuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre… autoestima.
Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es… autenticidad.
Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama… madurez.
Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, solo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada. Hoy sé que el nombre de eso es… respeto.
Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama… amor hacia uno mismo.
Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé, que eso es… simplicidad.
Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces. Así descubrí la… humildad.
Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama… plenitud.
Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. Y esto es… saber vivir!
No debemos tener miedo de cuestionarnos… Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas.
Charles Chaplin.

miércoles, 29 de mayo de 2013

29 de Mayo, 2013.-



Sé firme y ve a la cama
nadie sabe lo que nos espera
La vida es corta por decirlo suave,
Estamos en el vientre de la bestia.
Sé firme, salvaje y joven
¡Larga vida a tu reinado de inocencia!
Como conchas en la orilla
Y puede que tus limites sean desconocidos 
y puede que tus esfuerzos los hagas en solitario,
si alguna vez te hacen sentir que ya no puedes soportarlo más, 
¡no rompas tu carácter, tienes un gran corazón! 
¿Esto es real o es un sueño? 
levántate como el sol, trabaja hasta que la obra este terminada
Sé firme un día te iras con la audacia bajo la manga
y cuando vuelvas dime ¿qué has visto?
¿hay algo ahí fuera para mi?
Sé firme cierra los ojos
muy pronto seras por ti misma: estable y madura.
Y si te arrastran por el lodo
eso no cambiara lo q esta en tu sangre
sobre la roca, sobre la cadena, sobre la trampa, sobre la llanura
cuando te derriben....
no rompas tu caracter tienes un gran corazón!
¿Esto es real o es un sueño? 
Se firme...
Sobre la roca y la cadena, 
sobre la puesta de sol en la llanura
sobre la trampa y el cepo
¡cuando estés en el fondo!
¡en tus sueños mas salvajes!
¡en tus esquemas planeados!
¡Cuando te derriben! ¡Cuando te derriben!


viernes, 5 de abril de 2013

Abril del 2013.

Después de pasar 1 año y 4 meses invicta de todo sufrimiento y luchando contra mis males, saliendo victoriosa de todo y alegre por mis fuerzas sobre humanas... Ha llegado este tiempo....
Ha vuelto.. si la maldita ha vuelto, la que me hace la vida imposible cada cierto tiempo y cuando a ella se le ocurre!!! La que quiere manejar mi vida a como de lugar... Ella quiere reinar en mi vida y salir victoriosa logrando que haga lo más terrible, pero lo que ella más ama.

La verdad es que he aguantado bastante con ella en mi y le he tolerado todo tipo de cosas, desde que me haga sentir la basura más grande del mundo hasta que me haga odiar mi vida, odiarme a mi misma! Es increíble, ella quiere mi vida de regalo y hacer lo que quiera, aunque no tenga mi autorización se entromete en mi vida diaria, quiere destruirme.

Pero sabes, hay algo muy terrible en todo esto, no sé que pasa conmigo, no sé si quiero permitirlo, no sé si quiero seguir luchando. No es que no tenga motivos para luchar, por que los hay y son varios.. Pero es que.. sabes algo? Te Cansas... con los años te cansas demasiado, te desesperas, te agobias... ya no quieres más.

Quiero decirte como me siento, quiero desahogarme a través de estas líneas y expresar mis sentimientos, ojala pudiera gritar mientras escribo, pero no... debo guardar silencio, lo más terrible es no poder gritar, es tener que reprimir todo... Pero debo respetar todo esto que me rodea, ya no quiero ser más una carga, esta vez me las arreglaré sola, si no puedo.. veremos que pasa, pero espero no tener el final que antes soñaba. Ahora Dios no me dará otra oportunidad.

Siento una angustia en mi corazón tan profunda que no puedes imaginarla, no puedes llegar a sentir ni un poco de lo que siento en este instante. Me siento tan perdida y desorientada, tan desmotivada. Yo!!! Yo que amaba mi carrera y ahora tengo que hacer esfuerzos sobre humanos para tomar un cuaderno y estudiar!! Yo! que siempre le doy aliento a los demás, la experta en consejos, la que tiene una increíble historia de vida, ahora se esta desvaneciendo de a poco, ahora esta cayendo tan profundo y no tiene de donde sostenerse, no tiene como parar la situación. Ya estoy mareada, ya estoy morada de tanto caerme. Ya estoy harta.
La presión que siento en estos momentos es inmensa, no puedo controlarme, estoy cansada de llorar y de intentar buscar la respuesta a mi angustia.



miércoles, 1 de agosto de 2012

Dispárame


Prologo

Amy siempre ha pensado: ¿Cómo puedo comenzar un libro sobre mi vida? ¿En primera o tercera persona? ¿Invento un nombre? ¿Digo todo?
Bueno aquí esta. Comienza su libro, el cual hasta el momento no tendrá nombre y será anónimo, tampoco lo dedicara a ninguna persona, cree que no vale la pena.



Me parece impresionante que mi vida se haya tornado así de difícil a tan temprana edad. Me llama la atención que a los diez años quieras buscar el significado de la vida, cuando esta científicamente comprobado que esto ocurre en la edad adulta tardía, desde los 65 años en adelante... Algo es diferente en mí...
Amy Strangerous



Capitulo I
 This mirror isn't big enough for the two of us


 Era una noche como cualquier otra, Amy estaba en su habitación y a sus cortos diez años se cuestionaba el porqué existimos, para que fuimos hechos y porque últimamente se estaba sintiendo tan extraña.
Amy vivía con su padre James, su madre Anet y era la intermedia entre dos hermanas, la mayor Clarisa tenia 12 años y la pequeña Brittany de 3 años. Eran una familia de clase media, viviendo una vida normal. Amy cursaba quinto básico en una escuela común, sus compañeros no eran del todo agradables, siempre reían de ella, de su forma de ser, de su cuerpo. No bastaron muchas burlas para que Amy comenzara a sentirse fea constantemente, la palabra ''esqueleto'' retumbaba en su cabeza una y otra vez, fue entonces cuando ella decidió ser uno, ser realmente lo que le gritaban sin piedad cada hora de clase, comenzó a sentirse abatida y triste, algo estaba pasando por su mente, algo que a su corta edad no lograba asimilar. Amy miraba su cuerpo en el espejo a diario y veía lo ''gorda'' que estaba, detestaba cada centímetro de sí misma, nada le gustaba, solo su cabellera negra como la noche, larga, brillante y sedosa.
Pasaban los meses y ella se volvía cada vez más astuta, ya sabía cómo alimentarse sin comer realmente, ella podía sentir el aroma de cada almuerzo, de cada cena, de cada chocolate caliente, y entonces satisfacer su hambre, ella ya no quería comer. No sabia que esto afectaría su salud mental y física, ella solo quería ser hermosa, quería que la amaran por eso.
Ya habían pasado dos años y Amy estaba en séptimo básico, fue entonces cuando tuvo que cambiarse de escuela a una que quedaba muy cerca de casa, esta era nueva y todos los alumnos que vivían en el sector fueron matriculados allí. Para sus padres era espectacular ya que podría ir y venirse sola a casa, ¿Casa? ¿Hogar? ¿Familia?... A Amy no le hacían mucha gracia aquellas palabras, siempre se sintió muy aparte de su familia. Su padre siempre estaba preocupado de su trabajo se la pasaba todo el día en la oficina; trabajaba en una empresa de construcción de carreteras, el era uno de los tantos jefes y no hablaba de otra cosa que no fuera de los camiones, las calles, el asfalto. Su madre se encargaba de atender un almacén que tenían en casa, el cual realmente no daba muchos frutos, las ventas iban de mal en peor, y como si no bastará estaba cayendo en una depresión profunda, Amy no tenia idea de la causa de esta y tampoco le importaba mucho, con su mente echando humo de tanto pensar en su físico no le daba tiempo para más.
Amy desde pequeña fue muy creativa jamás olvidaría su primera creación, un móvil hecho de mostacillas y flores, para ella era HERMOSO, pero su madre no opinaba lo mismo - ¡Que estúpida eres! ¡Esta horrible, en vez de estar estudiando! – le dijo sin más. Ella solo lloró en silencio, se sintio frustrada y estúpida. Pero en fin, ella nunca se sintió muy a gusto con su madre, había una lejanía entre ellas desde siempre. Por otro lado ella amaba mucho a su padre, quien independiente de verla poco ya que trabajaba fuera de la ciudad, fue él quien siempre la defendió de todo, el que siempre la alentó, pero aun así era muy estricto con sus tres hijas, detestaba las malas alumnas y no quería ver jamás bajas calificaciones. Y estudiar para Amy siempre fue una obligación que debía cumplir al pie de la letra, pero sentía también que algún día lo agradecería, como decía su padre - Algún día agradecerás todo lo que te exijo y hago por ti - por lo que siempre fue la primera del curso, no hacía más que estudiar, solo podía concentrar sus fuerzas en esto para así olvidar cada palabra y mal trato recibido sin lastima alguna por sus compañeros, y aun así y a pesar de todo siempre fue la mejor. Si, ya habían pasado años y ella estaba cada vez peor, 20 kilos pesaba, ya no podía levantarse de la cama, daba pena, Amy solo tenía 12 años y sufría demasiado a su corta edad, habían días en los que solo quería desaparecer, las burlas continuaban y su cabeza estaba hecha un lío.
Amy se encontraba en esa nueva escuela pero sus amistosos compañeros eran  los mismos de siempre, nada nuevo. La profesora acostumbraba mucho a realizar un estúpido “cara a cara” en los consejos de curso.
 - Chicos hoy haremos un cara a cara para que puedan arreglar sus conflictos con sus compañeros y compañeras, así mantendremos un clima de comunión. ¿Hay alguien que desee pasar? - todos la llamaban a ella, Amy solo aguantaba, se comía y le retorcían por dentro todas esas palabras de odio, solo creaban en ella una mujer rígida, pero llena de pena, desesperación y odio, mucho odio... En la mitad de la sala alguien levanta la mano, nada más y nada menos que Brian.
 - Okey Brian, pasa adelante y dime a quien quieres decirle algo.
Brian era un chico que decía ser evangélico, para Amy era un fanático medio loco de la religión, aborrecía todo lo que iba en contra de su religión y al parecer a Amy la consideraba un demonio.
 - Amy, quiero decirte que te odio, te odio mucho. 
Ella solo miraba fijamente y absorbía cada palabra, algún día tendría que explotar y decir: ¡Yo también os odio malditos seres!
La profesora afortunadamente frente a estas declaraciones, terminaba con su estúpida rutina.
Amy sentía que la vida no tenía mucho sentido a los trece años pero creía que quizás más adelante lo encontraría. Aunque a veces su mente se llenaba de recuerdos, como aquel día que la dejaron a cargo de su clase, debía cuidar que todos guardaran silencio y se mantuvieran en sus puestos.
 - Francisca, te podrías sentar por favor, el profesor necesita comenzar la clase.- Cuando tenía que decir estas palabras le temblaba la voz, temía escuchar respuestas horrendas. Más aún a Francisca que era una de las más problemáticas de su nivel, dominaba a quién quería y era de temer. Era larga, flaca, de dientes y ojos enormes, era una chica muy fea.
 - ¡Hey estúpida! ¡Por que no te callas Betty la fea! - Le gritaba riendo de forma diabólica. Amy estaba harta, era uno de esos momentos en los que quería gritar y saco su voz en alto, con coraje de no sabe donde, ella solo gritó:
- ¡Solo siéntate ratón desnutrido!. Todos habían reído de ese sobre nombre, rieron de algo que dijo Amy, ella no lo podía creer, se sentó tranquilamente en su puesto orgullosa de haber dejado en silencio a esa imbécil que no tiene nada mejor que hacer, que desorden. Aun se escuchaba como todos reían y a lo lejos, en lo ultimo de la sala se pudo escuchar arrastrar una silla, una mesa, rápidamente unos pies caminando hacia ella, mientras giraba su cabeza a ver que pasaba, se encontró con ese monstruo horrible frente a frente, mirándola con sus enormes ojos oscuros, casi ubicándose en cima de su cuerpo, Amy siente un fuerte dolor en su cuello, sentía que algo se desgarraba en él, Francisca sin lastima alguna enterró sus uñas largas y asquerosas, perdía la respiración, sentía desesperación, nadie la ayudaba todos se dignaban a mirar, ella por un momento se sentía bloqueada, aturdida, entonces se dio cuenta que debía reaccionar, hacer algo al respecto, en un movimiento rápido levanto su pierna derecha y dio una patada con todas sus fuerzas a las piernas de su rival, Francisca se hecho hacia atrás del dolor que sintió por suerte, y dejo espacio para que Amy se levantara como pudiese, ella corrió, corrió y corrió, llego al baño, se miró en el espejo y miraba las marcas en su cuello, se preguntaba donde rayos había alguien que la ayudara, porque esos ignorantes e inservibles docentes no sirven para nada, pagaron estudios ¿para qué?, ella decidió jamás ser así, ella decidió servir a otros, ayudar, ser útil, no como muchas de esas personas asquerosas que solo quitan oxigeno en el planeta.
 Pero Amy seguía cuestionándose qué sentido tenía aquello, que sentido tenia la vida, qué sentido tenía SU vida.


Comenzaba un nuevo año y al parecer alguna fuerza sobre natural dejó a Amy  llegar viva al octavo año básico, pero ella no daba gracias por eso, es más, creía que era un maldito castigo seguir con su vida y así fue, un castigo más. 
Esta vez sentía un poco mas de seguridad, el verano le había dado otro aire, otros ánimos. Las cosas andaban bien en casa, su padre había vuelto a vivir con la familia normalmente, ahora trabajaba dentro de la zona hace ya casi un año, por lo que todas se sentían más seguras con él cerca. Su madre estaba superando esa depresión que tenía y se veía mas feliz. Sus hermanas, estaban bien, como siempre, pero a Amy nunca le intereso mucho, su relación no era muy cercana, al igual que con su madre. Su padre había decidido re modelar la casa, tenían mucho dinero ya que el gobierno había entregado a los hijos de detenidos desaparecidos de 1973 una cantidad considerable, aunque esto causaba mucha envidia en los vecinos, todos veían como crecía la familia y además renovaban su casa, estaba quedando preciosa, incluso ni si quiera necesitaban el almacén antiguo. Amy veía a todos mucho mas alegres, eso causaba en ella algo parecido.
Era 05 de marzo del 2006, primer día de clases, para muchos un día de nerviosismo y emoción, pero para ella solo un puto día más. Pensaba una y otra vez en que ocurriría, como la recibirían sus compañeros este año, ella sentía que ya planeaban algo para maltratar su vida nuevamente. Era la ultima hora de clases, hasta ahora todo iba bien, Amy se encontraba tranquila por lo menos había pasado el día sin atentados esta vez. De pronto sus compañeros se acordaron de que existía, que debían hacer algo para continuar molestando, en la sala se escuchaba desorden y risotadas, Amy escribía en su cuaderno tranquilamente. 
 - ¡Rodrigo lanzame el bolso! 
 - Es de Damaris, se va a enojar ¿cómo se te ocurre que lo voy a lanzar así como así? 
 - Jajajajaja no seas estúpido molestemos un rato.- Damaris estaba totalmente indiferente, eran sus amigos así que no le importaba lo que hicieran con su bolso ni con nada que fuera de ella.
 - Hey... - Claudio hablando muy bajito a Rodrigo - ¿por qué no le lanzamos el bolso a la tontita esta? jajaja - Rodrigo solo le hace un gesto de que lo haga.
Claudio toma el bolso y lo lanza en plena espalda de Amy, ella solo volteó sin decir nada. Luego lo hizo otra vez, otra vez y otra vez...
Amy ya estaba cansada, como era posible tener compañeros tan inmaduros que se comportaban como verdaderos estúpidos. Se levanta lentamente de su puesto volteándose, mira fijamente a su compañero y levanta el bolso del suelo, exhausta y con rabia lo lanza con toda su fuerza a la cara de Claudio y desesperada y con mucho coraje solo grita: 
 - ¡Déjame en paz! 
Amy no se dio cuenta que había cometido un error y uno grande. Aquel bolso era de Damaris, la niña que mas la odiaba, con todas sus fuerzas, quien organizo cada golpe que recibió Amy, quien sembró el odio y la envidia en cada uno de sus compañeros para entregárselo completa y únicamente a ella. Damaris al ver volar su bolso por el aire y además lanzado por Amy, rápidamente pensó que ese error lo pagaría muy caro, eso no se iba a quedar así. Ya había tocado el timbre, las clases habían acabado. En el salón se podían escuchar voces hablando bajito, todos miraban a Amy con una mezcla de pena y burla, rumores de que la golpearían de nuevo se escuchaban en cada rincón de la sala, ella miraba un poco perdida a su alrededor, sentía miedo, sentía soledad, no sabía si huir o afrontar la situación. Mientras Amy analizaba cada idea dentro de su cabeza, cada sentimiento y pensamiento de que hacer en ese instante, la interrumpe alguien que tira de su brazo fuertemente, girándola para poder mirarla de frente, Amy sintió un frío que recorría su piel, un miedo que le hacía temblar las piernas, su piel erizada de un temor profundo y su corazón gritaba ¡No de nuevo!. No le salían las palabras, ella no quería voltearse a mirar quien era la persona que la jalaba de esa manera, ya imaginaba a Damaris golpeandola, o a su amiga Francisca con sus uñas asquerosas, pero finalmente dio la vuelta y vio a su enemiga, la peor de todas, mirándola con rabia y con una mirada que decía "No te haré daño, solo te golpearé en la cara". Amy confundida y medio aturdida escuchaba lejos y cerca la voz de su contrincante que le decía: ¡Vamos golpéame! ¡Miedosa! ¡Miedosa!. Luego esa horrible voz se mezclaba con mas gritos, risas diabólicas de sus compañeros quienes en círculo se iban agrupando al rededor de ellas, todos apoyaban a su líder, Amy sentía la soledad mas profunda, un abandono enorme, no sabía donde poner su mirada, no sabía ni que hacer ni que decir. Por su mente pasaban mil imágenes  por segundo en donde podía imaginarse golpeando, insultando a ese maldito ser que la humillo durante tanto tiempo, se imaginaba a ella defendiéndose de cada cicatriz que cada uno de sus compañeros iba dejando en su interior. De pronto fue interrumpida y obligada a volver a la realidad, escucho más gritos y esta vez su enemiga tomaba fuerte de sus brazos moviendola de un lado hacia el otro, fue entonces cuando reacciono y poso sus ojos en la mirada de ella, esa mirada fría y oscura sin nada que decir. Amy apretó su mano derecha con todas sus fuerzas, la transformo en un puño lleno de ira y sin piedad de nada lo levanto rápidamente y la golpeo con todos los sentimientos malignos que puedan existir, sintiéndose aliviada, respetada, fuerte y gloriosa, por fin había hecho algo al respecto, por fin había dejado a todos con la boca abierta. Damaris levanto el rostro, su mejilla parecía irritada por el golpe, su piel blanca ahora era roja, un rojo encendido y hermoso, un rojo que hacia sentir a Amy la más feliz por un segundo. Mientras disfrutaba de su momento perfecto, sintió como dos monstruos la tomaron de los brazos aventandola contra el suelo y Damaris con una cara deformada, echa un demonio dio miles de golpes en su estomago, fuertes patadas en su cabeza, los otros dos engendros tiraban de su pelo que tanto amaba y entre llantos y gritos podía ver como estaba esparcido por el piso. Ella solo tomo sus manos y las coloco cubriendo su rostro, sin cesar de llorar pero jamás pidió rendirse, jamás pidió compasión ni aun que la matarán a golpes. Ya no podía sentirse mas humillada, perdida y sola.